Un encuentro con alma vinícola
Restaurante Casa Doli, enclavado en el corazón de Vallecas, no es solo un local: es una institución familiar que ha sabido mantener su esencia a través de tres generaciones. Nuestra última visita fue parte de otra cena con maridaje, un formato que el restaurante domina con maestría. En esta ocasión, el menú —diseñado en colaboración con Bodegas Marqués del Atrio— ofreció un recorrido de cuatro platos y cuatro vinos, equilibrando creatividad culinaria y narrativa enológica. Un evento donde la cocina, dirigida por José, Jorge y Flor, brilló con personalidad propia.
Sabores que cuentan historias
El ambiente en Casa Doli es cálido y familiar, sin caer en
lo pretencioso. Mesas bien dispuestas y un servicio atento, pero discreto.
Destacó la presencia de Miguel Ángel, representante de Bodegas Marqués del
Atrio, quien enriqueció la velada con sus explicaciones sobre el origen de la
bodega, las denominaciones y los ensamblajes de los vinos. Pero el verdadero
protagonismo lo tuvieron los platos y sus maridajes.
Un ballet de sensaciones
1. Vieira Gratinada al Horno
Un inicio audaz: la vieira, tierna y jugosa, se elevó con un
gratinado tostado que realzó su dulzor natural, una elaboración compleja, pues
sacar todos los gratinados al mismo tiempo para todas las mesas es una
logística complicada. El maridaje con el Conde del Pazo (Godello, DO
Bierzo) fue impecable: notas de melocotón y albaricoque del vino dialogaron con
la delicadeza del marisco, creando un equilibrio entre frescura y
profundidad.
2. Pastel de Gamba Blanca
El plato estrella. Una textura esponjosa, casi etérea, que
escondía un corazón de gamba blanca con toques cítricos de naranja. La técnica
(horno + baño María) reveló maestría técnica en los fogones. El Doña Isabella
Rosado (Garnacha desangrada) sorprendió por su perfil fresco y ligera acidez que
contrastó con la intensidad umami del pastel, limpiando el paladar sin opacarlo
y dejando un gusto largo a golosinas de fresa.
3. Hojaldre de Foie con Setas
Un plato contundente, donde la riqueza del foie de pato se
suavizó con la tierra de las setas de cardo. El Marqués del Atrio Crianza
(Tempranillo-Graciano) aportó estructura tánica y notas de vainilla, ideal para
cortar la untuosidad. Un maridaje predecible pero efectivo.
4. Cañón de Ternera en salsa Pedro Ximénez
Un final rotundo: la carne, tierna y jugosa, se envolvió en
una salsa dulce-salada de Pedro Ximénez que el Marqués del Atrio Edición
Limitada (Tempranillo-Graciano de viñas seleccionadas) acompañó con potencia y
tanicidad elegante. Un vino con potencial de guarda, digno de guisos
complejos.
El momento emotivo
La velada cerró con un anuncio que conmovió a la sala: José,
patriarca del restaurante, pasará el testigo a Jorge (su hijo) y a Flor, quien,
pese a ser "la recién llegada", ha conquistado su lugar con talento.
Un guiño a la evolución sin perder raíces.
Tras el sorteo con el que suelen terminar estas cenas, y donde una vez más obtuvimos
una papeleta ganadora que nos concedió el premio de un Edición Limitada, José, tuvo a bien regalar una botella de vino a cada una
de las mesas que asistieron a la cena para que nadie se quedase sin un recuerdo
de esta cena maridaje que sería la última en la que José estuviese a los mandos,
pasando ahora a un segundo plano donde ocupará los puestos de responsable de compras
y consejero, para dar apoyo a la joven directiva formada por Jorge y Flor.
Conclusión
Casa Doli no es un restaurante: es una herencia
gastronómica. Ideal para quienes buscan cocina con raíces tradicionales,
acompañada de vinos con carácter. Los amantes del maridaje encontrarán aquí un
espacio donde el vino no es un accesorio, sino un coprotagonista. Además, es
una parada obligatoria para quienes valoran historias detrás de los platos: la
de José, Jorge y Flor merece ser contada... y saboreada.
¿Listos para reservar? Casa Doli espera con los fogones
encendidos y las copas llenas.
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