El pasado mes de abril ya hablamos del proceso de maceración carbónica y de cómo este proceso consigue que los vinos adquieran sabores afrutados, suaves y de alto grado aromático.
Pues bien, en nuestro curso de cata de
vinos tocó el momento de pasar de la teoría a la práctica y se nos propuso
hacer una cata de un vino que ha pasado por esta elaboración. En esta ocasión
se trató de El Lago, un vino tinto de la DO Rioja, elaborado por BodegasRiojanas con uvas 100% tempranillo. 🍇🍷
La vendimia se realiza de forma manual,
racimo a racimo, en base a la altitud y a la selección zonal dentro de la
parcela. Se busca un proceso de maduración lento, en busca de un hollejo duro y
firme.
El método de elaboración se ha
transmitido de generación a generación hasta nuestros días. Los racimos enteros
se depositan en pequeños lagos de hormigón, donde fermentan de manera
espontánea, sin prensarse, sólo con un pisado leve. Parte de las uvas se rompen
por el propio peso de la vendimia en la parte inferior del depósito, sufriendo
el proceso de fermentación alcohólica habitual, y otra parte de las uvas se
mantienen enteras e intactas y, como consecuencia, se produce la fermentación
intracelular. Mínima intervención enológica. 🍇🍷
El resultado es un vino de color rojo
cereza, con tonos violáceos muy definidos. En nariz es alegre, la presencia de
frutas rojas (fresa, frambuesa) y negras (mora), gominolas y yogurt de fresa se
mantienen durante la experiencia. En boca resulta redondo, recuerda a petitsuisse
de fresa y a golosina, lo mejor sucede al final de la boca, donde se muestra su
carácter salvaje, un poco herbáceo, no domesticado, se mastica un regaliz de
palo propio de la variedad tempranillo, sin perder un ápice de frescura,
gracias a su acertada acidez. 🍓🍒
Sin lugar a dudas es un vino ideal para
acompañar todo tipo de guisos, carnes rojas, quesos, embutidos y algún que otro
postre a base de frutas rojas como fresas o cerezas. 🍷🥩🧀🍓
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