En la histórica región vinícola de la D.O. Manchuela, conocida por su producción en grandes volúmenes, emerge un joven elaborador dispuesto a cambiar el paradigma de la zona. Juan Antonio Ponce, al frente de Bodegas y Viñedos Ponce, es el motor de una transformación en una región de transición entre La Mancha y otras reconocidas denominaciones de origen como Utiel-Requena y Jumilla. En esta entrevista, descubriremos cómo Juan Antonio ha desafiado las convenciones y ha posicionado a su bodega como uno de los proyectos más interesantes de la región.
Una pasión temprana por el vino:
Desde temprana edad, Juan Antonio Ponce mostró un interés por el mundo del
vino. A los 14 años, después de trabajar en el viñedo familiar, decidió
perseguir su pasión y se matriculó en la Escuela de Viticultura y Enología de
Requena. Fue allí donde comenzó a comprender el proceso que tanto le intrigaba,
y donde encontró inspiración en enólogos destacados como Raúl Pérez y Mariano
García.
Un encuentro que cambió su vida:
Durante su formación, Juan Antonio tuvo la oportunidad de trabajar con Telmo
Rodríguez, reconocido enólogo español. A través de su experiencia con Telmo,
aprendió a apreciar las distintas zonas vitivinícolas y a tener confianza en
las variedades autóctonas de cada región, como la Bobal de Manchuela. Además,
Telmo y su socio, Pablo Egusquiza, le inculcaron la importancia de la seriedad,
la disciplina y la confianza en sí mismo, lo que contribuyó a su desarrollo
profesional.
El nacimiento de un proyecto valiente:
Desafiando la tradición de vender sus uvas a la cooperativa local, Juan Antonio
decidió establecer su propia bodega en 2005. Con el apoyo de su familia, montó
Bodegas y Viñedos Ponce, convirtiéndose así en el motor de un cambio en la
región. Su visión era embotellar vinos exclusivos que pusieran en valor el
viñedo y la zona. Aunque muchos dudaban de su éxito, Juan Antonio estaba
decidido a demostrar lo contrario.
Un estilo único en la región:
Los viñedos de Bodegas y Viñedos Ponce se distinguen claramente de los demás en
la región de Manchuela. Mientras que la mayoría de los viñedos se han
modernizado y mecanizado, los viñedos de Juan Antonio se mantienen fieles a las
prácticas tradicionales. Trabajando en vaso y de forma manual, preservan la
armonía con la naturaleza y evitan el uso de abonos. Esta filosofía se refleja
en sus vinos, que destacan por su singularidad y autenticidad.
Una nueva etapa:
Recientemente, Bodegas y Viñedos Ponce inauguró su propia bodega, marcando un
nuevo hito en su trayectoria. Esta nueva infraestructura les permitirá mejorar
sus procesos y conservar los vinos en las mejores condiciones. Además, tendrán
la oportunidad de adquirir los viñedos que anteriormente arrendaban,
completando así el ciclo de producción.
Reconocimiento y perspectivas futuras:
La labor de Bodegas y Viñedos Ponce ha sido reconocida por expertos en vinos,
como Luis Gutiérrez, quien los considera uno de los proyectos más interesantes
de Manchuela. Este reconocimiento es especialmente valioso en una región
olvidada y poco comercial. Juan Antonio espera que su éxito inspire a otros a
emprender proyectos similares y a valorar la calidad de los vinos de la zona.
Variedades singulares y proyectos
futuros: Bodegas y Viñedos Ponce también se
dedica a la recuperación de variedades autóctonas como la Marisancho y la
Pintilla. La nueva bodega les brindará el espacio y el tiempo necesarios para
explorar y experimentar con estas variedades únicas de la zona.
Conclusión:
Juan Antonio Ponce, con su visión audaz y su dedicación al viñedo, ha logrado
cambiar el paradigma en la región de Manchuela. Su bodega, Bodegas y Viñedos
Ponce, se ha convertido en uno de los proyectos más interesantes de la zona,
desafiando las convenciones y destacando la autenticidad de los vinos de la
región. Con su nuevo edificio de vinificación y su compromiso con las
variedades autóctonas, Juan Antonio continúa impulsando el desarrollo de la
D.O. Manchuela y abriendo camino para futuros proyectos vitivinícolas.
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