Cuando disfrutamos de una copa de nuestro vino favorito, pocas veces nos detenemos a pensar en todo el trabajo y cuidado que hay detrás de cada botella. Dos prácticas esenciales en la producción de vinos de calidad son las podas en seco y las podas en verde. ¿Quieres saber cómo influyen en ese delicioso caldo que tienes en tu copa? ¡Sigue leyendo!
🍇 Poda en seco (poda de
invierno) 🍇
La poda en seco se realiza en la
temporada de reposo de la vid y tiene como objetivo principal controlar el
tamaño y la forma de la planta, eliminar madera vieja y enferma y favorecer la
formación de yemas fructíferas.
¿Cómo afecta esto a tu vino? Al
controlar el crecimiento y mantener una planta sana, la poda en seco permite a
las vides producir uvas de mejor calidad y más concentradas en sabor, lo que se
traduce en vinos más aromáticos y equilibrados.
❄️ Poda en verde (poda de verano) ❄️
La poda en verde se lleva a cabo durante
la temporada de crecimiento activo de la vid. Su propósito es controlar el
crecimiento excesivo de follaje, mejorar la exposición de las uvas al sol y
aire y reducir la competencia por nutrientes y energía.
¿Por qué es importante para ti como
consumidor? La poda en verde influye directamente en la calidad de las uvas, ya
que una buena exposición al sol y aire permite que los racimos maduren de
manera uniforme y desarrollen todo su potencial aromático y de sabor. Además,
el aclareo de racimos mejora el tamaño y calidad de las uvas, lo que se traduce
en vinos más concentrados y sabrosos.
La próxima vez que disfrutes de una copa
de vino, recuerda que las prácticas de poda en seco y poda en verde son
fundamentales para obtener esos deliciosos caldos que tanto nos gustan. ¡Salud!
🍷🌱
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